Observabilidad de PostgreSQL con Prometheus + Grafana. Aquí contamos la historia de la última prueba relevante (baseline → carga → resultados), y al final listamos todos los casos anteriores.
Entorno estable y de baja actividad para establecer un baseline: conexiones mínimas a la base y a la instancia, TPS plano, ausencia de deadlocks. Esto nos da un punto de comparación para los cambios.
Ejecutamos pgbench y consultas BI intensivas para simular concurrencia real. Observamos comportamiento bajo presión: latencias, locks, variaciones de TPS y cache hit.
Tras dos pruebas de carga independientes, el sistema demostró su capacidad para absorber picos de concurrencia y actividad sin degradación sostenida.
El gráfico muestra cómo, al finalizar cada ciclo de carga, las métricas clave —conexiones, TPS, actividad de filas, locks y deadlocks— retornan rápidamente a valores normales.
Este comportamiento confirma un baseline estable post-prueba, validando tanto la configuración de PostgreSQL como la capacidad del entorno para manejar cargas intermitentes sin impacto residual.
La ejecución de las pruebas de carga permitió validar el comportamiento del servidor PostgreSQL bajo un escenario de concurrencia moderada y consultas de alta frecuencia.
No se detectaron errores críticos ni caídas durante las pruebas. Todos los procesos se ejecutaron y finalizaron de forma ordenada, sin comprometer la disponibilidad.
PostgreSQL manejó correctamente las 49 conexiones activas simultáneas y las operaciones concurrentes, manteniendo la latencia baja.
Pico de 1.15K TPS, con flujo constante de inserciones, actualizaciones y lecturas sobre grandes volúmenes de filas.
Locks dentro de valores esperados, sin deadlocks.
CPU y memoria con incremento controlado, confirmando margen para cargas más exigentes.
El entorno absorbió picos de actividad sin degradar el servicio: configuración apta para escenarios reales y espacio para escalar en próximos ensayos.